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29 de septiembre de 2010

Era feliz como estaba, feliz de poder reír, de saber llorar, feliz de poder dar, de saber esperar, feliz de poder expresarme, de saber aceptar, era feliz por saber que el sol brillaba, que los pájaros cantaban, era feliz de ser libre como el viento, de sentir el perfume de las flores, de soñar con mis pensamientos, era feliz de caminar bajo la lluvia sin rumbo fijo, ni horarios, ni tiempo. Tal vez solo creía serlo.. Hasta que llegaste TÚ.
Por ti supe que estaba equivocada, que mi vida era un error, qe debía cambiar. Tu me enseñaste a tener fe, me diste todo, lo bueno, lo dulce, lo bello, me enseñaste a mirar con los ojos, a sentir profundamente, a entregarme sin temores, a esperar con paciencia, a comprender sin palabras, a interpretar, el silencio, a escuchar al corazón, a respetar el dolor, a no preguntar porque.
En tus brazos aprendí a sentir el calor de tu cuerpo, a admirar la belleza de tu alma. Fue como renacer, como volver a existir, porque contigo supe lo que era amar, porque contigo aprendí a vivir la verdad, porque en ti encontré la otra mitad de mí, que me faltaba descubrir para ser del todo feliz.

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