Hoy regresas aquí, con el síndrome de victima con llantos, ensayas la perfección de este teatro. Permite reírme, qe gracioso te queda el show. Pero niño por Dios no pretendas someterme a tu chantaje, donde tu psicología me hace la culpable, levántate del suelo qe llorando te ves fatal.
Y No, y no tolero una infidelidad absurda, sinónimo de traición, No, no, ya mataste con tu verbo defectivo aquella historia que alguna vez aquí existió…
Y ahora aplausos por favor,
Denle un Oscar al mejor actor del año, por las escenas tan dramáticas y engaños, si no es una molestia, un autógrafo en papel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario