
Por ti supe que estaba equivocada, que mi vida era un error, qe debía cambiar. Tu me enseñaste a tener fe, me diste todo, lo bueno, lo dulce, lo bello, me enseñaste a mirar con los ojos, a sentir profundamente, a entregarme sin temores, a esperar con paciencia, a comprender sin palabras, a interpretar, el silencio, a escuchar al corazón, a respetar el dolor, a no preguntar porque.
En tus brazos aprendí a sentir el calor de tu cuerpo, a admirar la belleza de tu alma. Fue como renacer, como volver a existir, porque contigo supe lo que era amar, porque contigo aprendí a vivir la verdad, porque en ti encontré la otra mitad de mí, que me faltaba descubrir para ser del todo feliz.
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